
ALEJANDRO SIRIO Y LA EDAD DE ORO
Del arte gráfico argentino
Curadores: Cristina Santa Cruz & Jorman Gutiérrez
Del 25 de julio al 5 de octubre del 2025
Inauguración: viernes 25/JUL, 18:00 h
Casa Nacional del Bicentenario
Riobamba 985 (Recoleta) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Miércoles a domingo de 15:00 a 20:00 h
Entrada libre y gratuita
La imborrable elegancia de la ilustración de principios del siglo XX se despliega en una exhibición inédita que redescubre al gran ilustrador hispano argentino de la primera mitad del siglo y su núcleo de contemporáneos, con cerca de 200 piezas originales pertenecientes a colecciones particulares que se exhiben al público por primera vez, incluidas algunas del MUDI Museo del Dibujo y la Ilustración, gracias a un trabajo curatorial y de investigación de más de una década.
La exposición ALEJANDRO SIRIO Y LA EDAD DE ORO Del arte gráfico argentino presenta por primera vez una selección de obras originales, dibujos, ilustraciones, libros, periódicos, caligrafías y piezas editoriales del artista Alejandro Sirio (1890–1953), quien llega a Buenos Aires en el año del Centenario de Mayo, reconocido por su estilo refinado, su trazo espiritual y su legado en la gráfica rioplatense.
Con eje en materiales inéditos de colecciones particulares y una extensa investigación curatorial a cargo de Cristina Santa Cruz y Jorman Gutiérrez, esta muestra reconstruye la trayectoria visual y conceptual de un autor que marcó profundamente la estética de revistas y periódicos como Plus Ultra, La Nación, Caras y Caretas y El Hogar; de quien ilustró obras literarias emblemáticas como “La gloria de don Ramiro” de Enrique Larreta, “Muchacho de San Telmo” del Vizconde de Lascano Tegui, “Poemas de la fundación” de Mariano de Vedia y Mitre, y “La pampa erguida” de Federico García Sanchíz; un muestrario de incisivas y espirituales iconografías fundadas en personajes de la vida y de la literatura, de contrastes nítidos y plenos de tinta equilibrados, de quien cultivó un estilo gráfico inconfundible influenciado en estampas del barroco español, en expresivos arabescos, en las distintas generaciones de prerrafaelismo y en el simbolismo espiritual, con una impronta profunda y bien criolla, de una elocuencia psicológica y fuerza serena, entre el misterio, el inconsciente, la desnudez de la línea, la armonía del ritmo sutil y el más allá.
En esta oportunidad, los curadores han trabajado especialmente en el rastreo y puesta en valor de las piezas (manteniendo las inscripciones que dan fe de su historial gráfico y del envejecimiento natural del soporte), la evaluación del estado de cada una de ellas, su consolidación preventiva, el archivo, la digitalización y catalogación de las mismas y la identificación de las publicaciones en los casos en los que han sido impresas, a fin de reunir la información para la publicación de un catálogo y de gestionar un archivo abierto colaborativo que muy pronto se compartirá públicamente a través del sitio web destinado a la exhibición.
En la Casa Nacional del Bicentenario, perteneciente a la red de Museos Nacionales, se podrá disfrutar un recorrido por la singular obra de este ilustrador, diseñador, calígrafo, poeta gráfico y escritor, la cual ha dejado una marca indeleble en el arte ilustrado y gráfico argentino, y que abarca cuatro grandes núcleos temáticos y subespacios complementarios (Cartografía Siriana, Estampas del Alma, Palabra y Pensamiento Ornamental, y Variedades Gráficas) que revelan su trabajo con la figura humana, la caligrafía, las letras capitales, las estampas patrias, su vínculo con los principales exponentes literarios de la época ̶como Horacio Quiroga y Leopoldo Lugones, y su influencia en artistas posteriores. Esta selección de materiales inéditos revela la complejidad, sensibilidad, modernidad y vanguardia de un artista que supo conjugar espiritualidad, literatura, poesía ornamental y forma gráfica en una misma expresión, y propone una travesía por su inmenso universo visual: desde el trazo místico y filigranado hasta la letra ornamental, desde los rostros que hablan hasta las revistas que brillaron en el Río de la Plata con la robustez del experto y la sensibilidad de lo etéreo, con su arte desde Oviedo y a través de San Telmo, Palermo y Montparnasse.
Esta exposición invita a revisitar la potencia expresiva de la línea y la imagen de un artista y de toda una generación, la cual supo unir dibujo, palabra, alma y pensamiento en una obra tan elegante como profunda y que supo llegar desde lo efímero y frágil del papel, con la artesanía artística del más alto nivel internacional, a la mirada íntima del público cotidiano, del ciudadano velado y del lector silente, trascendiendo hasta el nuevo milenio y manteniendo la misma fuerza de las primeras páginas impresas en aquellas publicaciones.
Porque Alejandro Sirio no ilustraba: descifraba el alma de la escritura, de ritmos silenciosos, de la armonía del gesto y del palpitar poético. Esta exhibición invita a reencontrarse con su mirada arrolladora, su línea precisa y su imborrable elegancia, y con la una Edad de Oro, de grandeza y de magnífico delirio artístico.
Cristina Santa Cruz & Jorman Gutiérrez
Curadores
Julio, 2025
Agradecimientos:
Secretaría de Cultura de la Nación
Museos Nacionales
Casa Nacional del Bicentenario
Rodolfo Rau (Director de la Casa Nacional del Bicentenario)
Equipo CNB
Y especialmente a José Ignacio López, Lorenzo Amengual, Hugo Maradei, Ricardo Valerga, Tomás Martín Grondona, Alfredo Sábat, Javier Moscarola, Gabriel Fabry, Nahuel Risso, María Eugenia Faué, Lucas Moltrasio, Vinos Saint Felicien de Bodega Catena Zapata y equipo de ZINK industrias creativas.
Producción general: ZINK industrias creativas @zink.industriascreativas
Acompañan: Academia Nacional de Periodismo, MUDI Museo del Dibujo y la Ilustración, Saint Felicien @saintfelicien, SoulBird Design @soulbird.dg, VHS Comunicación @vhscomunicacion
MATERIAL ADICIONAL
Acompañando la travesía expositiva, se realizarán recorridos guiados, propuestas educativas y entrevistas con curadores, críticos, periodistas y artistas.
Esta exhibición cuenta con textos adicionales, imágenes y soporte de audioguía a través de códigos QR en los epígrafes junto a cada obra, para facilitar el acceso público y colaborativo al contenido artístico y cultural, y donde se comenta la génesis, el contexto y secretos de las mismas. Hacia la finalización de la exposición, se podrá tener acceso al catálogo que acompaña la muestra. Puede descubrir más en: www.zinkindustriascreativas.com/sirio-la-edad-de-oro
Prensa:
Para consultas de prensa, comuníquese con

Esta exhibición invita a reencontrarse con su mirada arrolladora, su línea precisa y su imborrable elegancia, y con la una Edad de Oro, de grandeza y de magnífico delirio artístico.
Un paseo por el arte de Alejandro Sirio
En esta sección podrá encontrar un recorrido sugerido a través de las obras del artista y sus contemporáneos.
Acerca del artista y su obra
Alejandro Sirio
(1890–1953)
Ilustrador, dibujante y poeta visual del alma rioplatense
Nicanor Balbino Álvarez Díaz, conocido artísticamente como Alejandro Sirio, nació en Oviedo, España, el 26 de octubre de 1890, y falleció en Buenos Aires, Argentina, el 6 de mayo de 1953. Hijo de Carmen Díaz Busto y Ramón Álvarez Suárez, fue educado inicialmente en contabilidad en la Escuela de Artes y Oficios de Oviedo, pero se formó artísticamente como autodidacta.
Desarrolló la mayor parte de su carrera artística en la Argentina, donde se convirtió en uno de los ilustradores más refinados y personales de la primera mitad del siglo XX.
Su obra abarca desde la ilustración literaria hasta la gráfica editorial, destacándose por su línea fluida, simbólica y espiritual, marcada por influencias del prerrafaelismo, el Arts and Crafts, el simbolismo y la caligrafía ornamental.

En julio de 1910, con apenas 20 años, arribó a Buenos Aires, donde se sostenía con diversos trabajos mientras comenzaba a publicar ilustraciones en medios como El Sarmiento. En 1912, un colaborador de Caras y Caretas descubrió sus dibujos en la vitrina de un negocio, invitándolo a colaborar, lo que marcó el inicio de una relación de doce años con esa publicación. En esos años también comenzó a firmar como Alejandro Sirio, un seudónimo que lo acompañaría por siempre.
Entre 1916 y 1924 trabajó como ilustrador habitual en revistas como Plus Ultra, y en 1924 asumió la dirección artística del suplemento dominical de La Nación. Su consagración llegó en 1927, cuando Enrique Larreta lo convocó para ilustrar la edición especial de La gloria de don Ramiro, donde logró fusionar el dibujo con la introspección mística. Sirio viajó a España, estudió los escenarios de la novela, y luego a París, realizando las 141 ilustraciones que acompañarían la edición de 1929. Ignacio Zuloaga, al revisar su obra, elogió su virtuosismo técnico: “trabajo de monje”. Su trazo sutil, su gusto por el detalle decorativo y su dominio de la composición convirtieron su estilo en una referencia silenciosa pero perdurable dentro del arte gráfico argentino.
En junio de 1931, expuso por primera vez en la Galería Witcomb (44 obras) e inició una estancia de un año en París como corresponsal gráfico. Allí se relacionó con figuras como André Salmon, Jean Cassou o Picasso.
Regresó en 1932 y se radicó en Buenos Aires. Fue colaborador habitual de El Hogar.En 1937 ilustró Poemas de la Fundación y ese mismo año creó murales para la Estación Jujuy de la Línea E del subte, con encargo de la Compañía Hispano-Argentina. En 1939, naturalizó su ciudadanía y en 1940 fue nombrado profesor de Artes del Libro en la Escuela Prilidiano Pueyrredón, cátedra que ocupó hasta su muerte.
En 1947 recibió la Medalla de Oro en el Primer Salón Anual de Dibujantes y fue elegido presidente de la Asociación de Dibujantes de Argentina. En 1948 autopublicó De Palermo a Montparnasse, con 3000 dibujos. En 1951 ilustró la segunda edición de La pampa erguida y en septiembre de 1952 participó en la inauguración del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro.
Falleció en Buenos Aires el 6 de mayo de 1953. En 1954, el Instituto de la Cultura Hispánica de Madrid organizó una exposición con 169 originales suyos, itinerando luego por Oviedo y Gijón. En Argentina, la Asociación de Dibujantes organizó una muestra homenaje en la Galería Argentina. En 1990, el Museo Larreta celebró su centenario con una exposición conmemorativa. Posteriormente, se realizó una gran exhibición bajo el ojo curatorial de Lorenzo Amengual, en el Museo Nacional de Bellas Artes, de Buenos Aires. En 2022, una exhibición en Ávila resaltó su legado.
Sirio fue un extraordinario artífice de la tinta, hábil en caricatura, retrato, dibujo literario y diseño editorial. Su obra combinó precisión técnica, sensibilidad literaria, espiritualidad simbólica y sensibilidad decorativa. Hoy se considera una figura central para comprender la ilustración de prensa, libro y revistaría en el Río de la Plata durante la primera mitad del siglo XX.
Cultivó vínculos con figuras clave de la intelectualidad porteña, entre ellas el Vizconde de Lascano Tegui, y dejó una obra que, si bien fue poco difundida en vida desde la historiografía del arte, hoy se revela como un legado visual de extraordinaria sensibilidad.
Su obra, aún en proceso de revalorización, conjuga dibujo, ritmo, poesía y contemplación.
