
CAROLINA PASTORIZA HAUSMANN:
Ciclos Silenciosos: Los balances de la quietud
Curadora: Cristina Santa Cruz
Del 18 de julio al 31 de agosto del 2025
Inauguración: viernes 18/JUL, 18:00 h
Casa Nacional del Bicentenario
Riobamba 985 (Recoleta) Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Miércoles a domingo de 15:00 a 20:00 h
Actividad gratuita
Como en un mágico jardín, las obras de Pastoriza Hausmann abren un espacio de contemplación profunda: nos invitan a sentir, a descansar, a equilibrar, a recuperar la calma. Cada obra puede ser una puerta hacia el silencio fecundo que ofrece la naturaleza o bien hacia lo más profundo de nuestro interior. Representan aquellos ciclos que, con la lentitud y la hondura de la mudez, surgen de manera fascinante y orgánica, a veces taumatúrgicamente y otras casi a pesar de nosotros mismos.
Esta colección de pinturas al óleo y bitácora que evoluciona desde hace más de dos décadas abordando distintas culturas, experiencias y sistemas naturales, de una raíz profunda en la búsqueda honesta y sensible de la artista, se basa en la idea de la naturaleza como un organismo cíclico, vivo y dinámico, en el que todos los elementos —flora, fauna, agua, aire, suelo y espíritu— están profundamente entrelazados. Cada obra refleja la interdependencia esencial que da vida a los ecosistemas, así también como la transformación constante de los mismos.
Inspirada por las ideas filosóficas de Schelling, Alexander von Humboldt, Karen Armstrong y Sue Stuart-Smith, como así también en poéticas melodías y baladas reflexivas, se entrelaza la práctica artística con sublimes travesías de profunda inspiración.
Las páginas de libros y conceptos filosóficos atravesadas por la sensible mirada de Pastoriza Hausmann nutren su pensar naturalista. Las ideas de Humboldt, quien concebía la naturaleza como una red compleja e indivisible, y que nada existe en soledad: todo interactúa y se transforma en relación con lo demás. Carolina Pastoriza Hausmann recoge esta herencia al retratar escenas donde lo visible y lo invisible conviven: raíces, microbios, semillas, flores, ramas, nubes, espíritu. En las ideas de Schelling, la naturaleza es una manifestación viva del espíritu: el yo humano no puede separarse de ella, porque ambos forman una unidad indisoluble. Esta visión, atravesada por la destreza artística de la artista, hace que las pinturas no sean solo imágenes, sino expresiones energéticas de un alma mayor.
En esta exhibición, cada trazo anima la materia. Cada flor, hoja o corteza pintada contiene inteligencia, historia, misterio. Las texturas, la escala alterada de ciertas flores, la saturación orgánica de los colores, todo en estas obras sugiere una vibración espiritual que se puede sentir más que entender.
Porque la naturaleza no es un afuera: es el alma misma respirando en silencio; entre lo visible y lo invisible, la vida trama su sabiduría y al contemplarla nos regala la oportunidad de descubrir quiénes somos. Y así como la savia asciende en silencio, también nosotros podemos aprender a fortalecernos desde adentro. Porque en la quietud de la naturaleza, el espíritu encuentra el ritmo que había olvidado y también nuevos senderos por recorrer.
Ciclos Silenciosos nos recuerda que aún estamos a tiempo.
Que la Tierra respira, siente y florece con nosotros —y a pesar de nosotros.
Que reparar el mundo comienza por volver a mirarlo.
Y que cada semilla, como cada alma, puede ser el primer paso hacia un nuevo ciclo silencioso.
Cristina Santa Cruz
Julio, 2025
Producción general: ZINK industrias creativas @zink.industriascreativas
Acompañan: @soulbird.dg @vhscomunicacion @escorihuelag
Agradecimientos:
Secretaría de Cultura de la Nación
Museos Nacionales
Casa Nacional del Bicentenario
Rodolfo Rau (Director de la Casa Nacional del Bicentenario)
Equipo CNB
Esta exhibición cuenta con textos y soporte de audioguía a través de códigos QR, donde se comenta la génesis y el contexto de las mismas.
En vitrinas, complementan también:
-
Bitácoras de viaje con notas, mapas, recuerdos vegetales y dibujos.
-
Pequeñas acuarelas espontáneas y vivas, como pensamientos visuales.
-
Fotografías tomadas en jardines del mundo: Quito, Londres, Eutin, Tierra del Fuego.
-
Fragmentos de canciones, poesías y libros como susurros curatoriales.
-
Matrices de grabado y xilografías; exploraciones en metales.
Puede descubrir contenido adicional en: www.zinkindustriascreativas.com/ciclos-silenciosos
Prensa:
Para consultas de prensa, comuníquese con

"Ver las cosas en la semilla, eso es genialidad."
Lao Tzu.
Acerca del artista y su obra
CAROLINA PASTORIZA HAUSMANN
Artista visual · Pintura, grabado.
San Isidro, Buenos Aires, 1967.
Carolina Pastoriza Hausmann es una artista visual argentina cuya obra se sitúa en la confluencia entre la pintura figurativa contemporánea, la botánica, la filosofía natural y una profunda conciencia ecológica. Su trayectoria vital y profesional —atravesada por la antropología, los estudios orientales, la experiencia internacional y la gestión agroecológica— configura una mirada sensible, reflexiva y comprometida con la regeneración del vínculo entre el ser humano y la naturaleza.
Desde su temprana formación en pintura en los años ochenta hasta sus actuales desarrollos curatoriales, su lenguaje artístico ha ido desplegándose a través de medios diversos como el óleo, el grabado y el dibujo botánico, con un especial interés en los micromundos naturales y en la representación simbólica de los procesos internos del alma humana.
Formada como Técnica Superior en Publicidad por el Centro de Altos Estudios en Ciencias Comerciales (1987-1989), complementó su formación con estudios de Antropología y Estudios Orientales en la Universidad del Salvador (1990-1993), y posteriormente en Harvard Extension School (1994), donde también estudió lengua china y Antropología. Estos saberes, —ampliados con cursos en Washington DC, Quito y Buenos Aires,

han impregnado su obra con un pensamiento transdisciplinar y una sensibilidad filosófica de raíz ecuménica.
Pastoriza ha profundizado en el estudio de la pintura junto a reconocidos artistas como Janine Meyer, Mariana Semino, Paula Cecchi, Pablo Nocce, Daniel J. Keys y Jorman Gutiérrez, y desarrolló su técnica de grabado en la Estampería Quiteña de Ecuador, bajo la guía de Clara Hidalgo.
En su obra conviven una técnica rigurosa y un lirismo meditativo que transforma cada imagen en una experiencia de contemplación.
Su recorrido profesional incluye una destacada experiencia institucional: trabajó en la Cámara de Diputados de la Nación, la Embajada Argentina en Washington DC, en la Galeria Artes con la colección privada de arqueología ecuatoriana más importante de la época, Quito, y en diversas empresas de sectores como la banca, la industria textil y el turismo sustentable. Desde hace unos años dirige una empresa agropecuaria, haciendo agricultura amigable con el medio ambiente e impulsado prácticas regenerativas. Esta práctica agrícola, lejos de ser ajena al arte, es el sustento simbólico y material de su actual corpus pictórico.
En 2023 se integró como miembro activo de la Gallery Climate Coalition, organización internacional que trabaja por la sostenibilidad en el ámbito del arte.
Entre sus principales exposiciones se destacan: La Huella del Grabado (Ecuador, 2001); participación en la 1º Bienal del Fin del Mundo con la Asociación de Artistas Visuales Argentinos (2007); muestra colectiva del Taller de Mariana Semino (Buenos Aires, 2015); exposición individual “Punto Cruz” en Anselmo Gallery (2022), donde inició un ciclo introspectivo de sanación visual desde lo vegetal y simbólico.