La Sibila
- Cristina Santa Cruz

- 24 jun
- 2 Min. de lectura

AUDIOGUÍA La SibilaCristina Santa Cruz
La Sibila
Alfredo Sábat
Óleo sobre tela
40 x 50 cm
2021
Colección Mitológicas
Categoría: Mitos
No predice: revela. No lee el porvenir, sino el alma que lo invoca.
Las Sibilas fueron mujeres oraculares, intermediarias entre lo humano y lo divino. Inspiradas por Apolo, pronunciaban sus visiones en trance, dejando que el misterio del futuro se filtrara por su voz y su escritura. Sus palabras eran conservadas en los llamados Libros Sibilinos, textos sagrados que sólo algunos sabían interpretar. Pero ella, la Sibila, leía antes de que existiera el tiempo, y escribía en un lenguaje que nadie enseñó.
No es casual que su figura haya perdurado a lo largo de siglos: simboliza el poder de una inteligencia intuitiva, mística, femenina. La Sibila no es hechicera ni sacerdotisa: es umbral. Una mujer que sostiene en sus manos el don de ver sin mirar, de leer lo que aún no ha sido escrito.
En esta obra, Alfredo Sábat la retrata frontal, en primer plano, con un libro rojo entre las manos. Su expresión es intensa, casi inquietante. Nos mira desde la página, como si en vez de leer, juzgara. Detrás de ella, una rueda zodiacal —símbolo del tiempo y del destino— gira en silencio. Todo parece orbitar en torno a su centro: sus ojos.
El rostro de esta Sibila evoca el de Gloria Swanson, leyenda del cine mudo, figura de culto que supo dominar la pantalla sin pronunciar una sola palabra. Con una mirada que lo decía todo, Swanson fue símbolo de poder, misterio y magnetismo. Supo también reinventarse con la llegada del cine sonoro, convirtiéndose en mito viviente del cambio de época. Su interpretación como Norma Desmond en Sunset Boulevard no fue solo una actuación: fue una profecía. En esa película, encarna a una antigua estrella encerrada en su propia leyenda, capaz de ver más allá de los demás, aunque el mundo ya no sepa verla. Norma, como la Sibila, no necesita hablar para imponer su verdad: su presencia basta.
En esta pintura, el aura de Swanson se proyecta en la Sibila como eco de una mujer que supo habitar múltiples tiempos, entre el esplendor y la sombra, entre el mito y el gesto. Ella no se disfraza de mística: es la mística.
Saber leer también es saber decidir qué callar. Y la Sibila —como Swanson, como Norma Desmond— sabe más de lo que dice.
Junio 2025







Comentarios